Wednesday, May 23, 2007

Visita al Sur de Italia. Primera Parte

Hacía semanas que estaba esperando la llegada de este día. Finalmente, respondiendo a una invitación de la Universidad de Salerno, partí para participar en el día internacional de la universidad, donde se podría conversar sobre intercambios estudiantiles y cooperación académica internacional.
Salerno es una ciudad sobre la costa del mar tirreno, al sur de Nápoles, construida sobre una pequeñísima faja de tierra plana y unas montañas que parece que empujaran contra las olas a casas, calles y edificios. Llegué a Salerno de noche, manejando en mi auto, siempre un poco inseguro, con el mapa en una man0 y leyendo todos los carteles que me encontraba. La carretera que viene desde Roma se acaba de repente y muta en la forma de avenidas estrechas y con ánimo de hacer ciudad, como un río que riega un bosque. Después de algunas llamadas por teléfono e indicaciones, me encontré en la ciudad con un profesor de la Universidad, quien me guió en su propio auto por un camino de callejones estrechos. Llegué al hotel, cansado del viaje pero contento de sertirme cerca del mar.

A la mañana siguiente partí a la universidad, y ya a la luz del día pude apreciar la belleza del emplazamiento: una larga bahía muy abierta, con una luminosidad que sólo da el mar. El ruido blanco que está en todas partes es como una presencia constante de olas, viento en los árboles y ruidos de la ciudad que no te abandona nunca, como tu sombra. Igual que los tacos (embotellamientos). El tráfico es atroz en Italia, dondequiera que se vaya.

La Universidad es muy impresionante, un gran campus en plena expansión, que construye edificios y bibliotecas, dejando grandes espacios aún inutilizados. Una pequeña ciudad que trata de ser una guía e inspiración para toda la zona. Me cuentan que los buses que entran en el campus tienen el requisito de ser de baja contaminación (llamados ecológicos). Como la población estudiantil de 45 mil alumnos son un grupo significativo de los pasajeros de los buses, esta regulación anticontaminante ha beneficiado a toda la región, estableciendo un estándar común en ella.

Salerno es una mezcla interesante de ciudad con aires medievales y centro pujante de actividad económica y cultural. Uno se puede meter entre sus callecitas donde (por suerte) no caben los autos (aunque uno no se libra de las motos), y ver la infinidad de tiendas, iglesias, palacios y cafés que se muestran en ese esplendor perezoso que es el estilo italiano.

La sesión en la Universidad fue interesante y llena de atenciones por parte de mis anfitriones. Una hospitalidad pocas veces vista y que me llenó de conversaciones amables e interesantes, y de los sabores generosos de la cocina local. Entre los asistentes internacionales al encuentro, conocí a un profesor de ingeniería turco, cuya principal afición era la guitarra clásica. A pesar de la coincidencia con mi propio hobby favorito, él exhudaba una amargura por no haber sido suficientemente valiente para abrazar el arte de la ejecución musical, dejando de lado su trabajo como académico y la seguridad que le ofrecía. Al parecer, en algunos artistas, el miedo al hambre y la pobreza es más poderoso que la inquietud musical.

Una vez terminados las labores y la visita a la magnífica universidad, quedé libre para conocer las maravillas de la zona. Como había traído mi auto, decidí cumplir un programa libre, y como era mi primera vez en la zona, partí hacia uno de los puntos más conocidos y famosos de la región: las ruinas de la ciudad de Paestum.

(continuará)

Monday, May 07, 2007

Music

I am writing music again. Somehow I put myself together and found a place and a time to reconstruct my own willingness to express myself musically. In a corner of my living room there is a keyboard, surrounded by guitars and a little mixer I bought a couple of years ago. Last night I was playing the guitar (using the Paul McCartney method to writing songs, which is, grab the guitar, start playing and see what comes out) and I recorded a two-sections line of something that sounds like a blues. It is not a 12-bar blues, but more like a melody with blues beat. I guess it might become a chorus of a song.
But that is the main thing right now. Since I have always liked the idea of making music but never spent so much time actually doing it, I feel I am a bit out of my element. Like when you learn a new language, you end up saying funny things and mumbling a lot of uncomprehensible sentences that lead nowhere. Until to get to know the melody of the language (music is really everywhere) and suddenly you are breezing through words and expressions. And stop making people laugh for all the wrong reasons.
The main two problems I am facing are: 1. I suck at writing lyrics. I just can't think of a nice line to put on a song. 2. Music comes to me in sections, so I end up producing these "moments" that sound nice, but that come from nowhere and go nowhere. So pretty big problems. But I am not getting alarmed by it, since it has been a while since simply try to enjoy this passtime instead of torturing myself by focusing on my weak sides. There is also what writers call "white page panic", sitting in front of an empty page with no idea of what to write about. And feeling that the well has finally dried up. I now think that is bullshit. I am so proud of myself.
On the technical side of things, I am in a growing need of more tracks to record more instruments. I have a very humble, analog mixer (works with cassette tapes, yes, they still exist) with four tracks. So I would normally start with my acoustic guitar as a base of the song - to - be (1st track), and then add bass guitar (2nd), drums (3rd), and then I have to choose between singing something (or humming, given my limited gifts as a lyricist) or playing an electric guitar solo. At this point and to the relief of many, I normally choose the guitar, which leads me to another dead - end, because I have no effects for the guitar, and it sounds like a 12 - year old kid trying to sound like Barry White.
So, my shopping list is topped by a multi-pedal effect for the guitar, followed by a 8-tracks mixer. I will start saving... In the meantime, I am happy to be writing again. It is a wonderful thing that disconnects me from the real world, and above all, no matter what the final music sounds like, it is such fun!!!

Wednesday, May 02, 2007

Chile Primero... y luego qué?

La Concertación se está lentamente desintegrando frente a los ojos de todos. Y pareciera que todos los políticos han decidido sentarse a esperar qué pasará en esta lenta agonía mientras sacan cálculos en los ábacos de la política ficción para ver qué beneficios o peligros podría traerles.
Yo que estoy fuera de toda esta dinámica, más allá de ser simpatizante concertacionista, y libre de este tipo de consideración, me parece que la Concertación hace rato que dejó de ser lo que era. Perdió su espíritu, se corrompió (literalmente y en sentido figurado) con malas artes, cayó en desgracia consigo misma y con todos quienes nos sentimos identificados y hasta emocionalmente atados a ella. Para nadie es un misterio que hoy el gobierno está constituido por una maraña de influencias, con cargos y beneficios para los amigos de los que tienen poder, y bañado en un olor a arrogancia y autosuficiencia insoportables. Se cumple esa ley universal que dice que los revolucionarios que llegan al poder se transforman rápidamente en una fuerza conservadora.
Pero Chile es un país fantástico. Un ejemplo en América Latina. Tan fabuloso que sus instituciones son estables, y somos capaces de desarrollarnos en silencio, calladitos, mientras en el resto del continente bullen los escándalos, los golpes de estado, se suceden los gorilas en el poder y los presidentes electos tienen que escapar en helicóptero en medio de las crisis económicas y de masas enardecidas de ciudadanos.
¿Qué tan fantásticos somos, realmente? En el medio de esta crisis paulatina y silenciosa (a la chilena) de la Concertación, me da la sensación de que con el mismo silencio y sigilo en que se hunde la coalición de gobierno, también se explica el verdadero rostro de tanta maravilla institucional, de tanta estabilidad republicana.
En estos días se está anunciando la formación de un nuevo "movimiento" político, llamado Chile Primero, liderado por un Senador y por un ex - diputado. Lei el documento central de su manifiesto, que me pareció sumamente interesante. Dicen las cosas por su nombre, aunque sin entrar en detalles. Apuntan a grandes objetivos pero sin caer en la delicadeza de decirnos cómo van a alcanzar estas metas soñadas por todos.
Respiro aliviado cuando leo en el documento una crítica ácida pero muy acertada al actual gobierno. Critican al gobierno con brutalidad, a pesar de su conocida afiliación concertacionista. Tienen ese mérito. El documento es como un regreso (casi deseado) a los grandes discursos, alejándonos del disco rayado de "los problemas reales de la gente", de las "acciones concretas", del "y en esto quiero ser muy claro y sincero". Como decían Los Tres en un disco de hace ya bastantes años, "no más acciones, queremos palabras".
Dan en el clavo, y entre líneas dicen lo que mucha gente piensa. El gobierno no tiene fuerza, no tiene don de mando, la Presidenta se queda encerrada en su torre de marfil como reticente a hablar mucho o a tener muchas iniciativas, por miedo a meter la pata. El gobierno no tiene ideas, es incapaz de encantar con un proyecto, con una visión de país. Y se hunde en sus propias contradicciones: declara ser un gobierno para la gente ("Estoy contigo", se acuerdan?) pero en realidad es un gobierno hermético y enredado en malas prácticas de corrupción y deshonestidad.
Cómo entender entonces que este nuevo "movimiento" sea realmente "nuevo"? Hay una renovación? Cómo es posible que el nuevo escenario político se refunde con personas que llevan 30, 40 años en lo mismo? Flores fue Ministro de Allende, para que apreciemos las proporciones de su compromiso con el establishment chileno. Y Schaulsson para qué decir, tiene más músculos en la muñeca que en cualquier otra parte de su cuerpo periforme.
En mi opinión estamos asistiendo nuevamente a una autoperpetuación de la clase política chilena. Dirigida esta vez por personas inteligentes, que son capaces de hacer un análisis brillante de la situación actual, pero cuya brillantez es tan luminosa como su ansia de poder y su compromiso con la fronda política chilena. Esto es lo que nos ha dado una gobernabilidad única en Chile, este maravilloso Leviathan chileno, el Estado que se niega a morir, que se alimenta de su propia carroña para renacer y rejuvenecerse como por arte de magia. Y los chilenos nos aferramos a esta dinámica como si nos fuera la vida en ello. Los mismos que hoy critican la muerte y decadencia de la Concertación saldrán por la calle gritando "el Rey ha muerto! Viva el Rey". Qué queda para los ciudadanos comunes y corrientes, como yo? Mejor digamos: Viva Chile. Y sigamos viviendo nuestras vidas.

Coffee culture

Why is coffee a symbol of a lifestyle, a way of communication and also a barometer of society? It seems that the way you drink or share a cup of coffee signals also what type of society you live in, how much freedom you have to voice your concerns and to dip yourself in a more interactive society. Coffee is these days the symbol of the sleek, sofisticated and liberal kind of person that shares his/her thoughts over a cup of smoking dark coffee. From New York to Paris, from Mexico to Sydney it is like a sacred ritual, of social politeness and of being knowledgeable of good urban manners.

In Italy is so omnipresent that it doesn't have to do with the attitude of the person (everybody drinks coffee here), but it is a way chaos and different personalities are expressed. Every person has its own favourite way of having a coffee. Variations are the quantity of water (less is a ristretto, more is called "americano", and considered unworthy of the name "coffee" for 99% of Italians), the presence or absence of milk (macchiato, caffelatte, etc.), the amount of coffee shots (doppio, etc.), and even the cup it is served in: tazza (cup), tazza grande (big cup), vetro (glass). Me, for example, I started off having a caffelatte (one shot of coffee with milk), and evolved into less milk with a simple macchiato. Italy is like that: all Italians do things differently from one another, and agree to be one single people talking and arguing about how the rest of the country is crazy by being different.

In Chile coffee is just an argument to bring people together, under the strangest circumstances. Coffee in Chile is absolutely awful. It doesn't taste well, and only until recently it was the most common thing to find instant coffee even in upmarket restaurants. So, it is not surprising that what is important about coffee is not coffee itself, but the surrounding scenario. Probably the most cultural thing about coffee in Chile is the "coffee with legs". I visited a couple of times these places, for the sake of curiosity (true). It is a mise - en - scene that it is quite outrageous, very close to bad taste. Especially because many people (men) go to have morning coffee. Once I was walking by one of these coffe with legs places and there was a girl at the door inviting passers-by to go in, saying "today we have painted bodies". We didn't go in, just in case.

The strangest thing for me is that even I think of coffee when I want to relax and have a break, even though sometimes if I am honest to myself, I don't really feel like having a cup of the black liquid. Maybe it has finally penetrated my own brain connections and convince me that there is so much more than just a fine-smelling drink, and that its cultural, sexy appeal is more than just an invention.