Tuesday, July 08, 2008

Better late than never.

Wow... I just realized that life does NOT consist in box-checking a list of new things to do.

Thursday, July 03, 2008

Los límites estéticos de la democracia

Las grandes obras de la arquitectura han sido creadas por gobiernos no - democráticos. Tal vez hay algunos ejemplos, como Londres, que probablemente se dio a sí misma toda la estructura de Westminster como fruto de su proceso "democrático", si por tal se pueden entender los primeros siglos de la monarquía constitucional.

Pero casi todos los países han construido sus templos más grandes en contextos de gobiernos no - democráticos. No necesariamente en dictaduras. Las monarquías absolutas construyeron grandes palacios que albergaron a las grandes familias que eran su sustento social y político. La Iglesia Católica, institución profundamente no-democrática, es responsable del hermoseamiento de casi toda Europa, con sus catedrales y obras religiosas, además del arte (pintura, escultura) con motivos de la fe y sus misterios.

La India y China han producido obras prodigiosas, y nunca han sido países democráticos. Lo mismo corre para Japón, la Rusia zarista y el antiguo egipto. Para qué voy a seguir. Si la ecuación es lógica: a falta de controles democráticos, más libertad para disponer de fondos públicos. Si esa libertad es unida al convencimiento de una legitimidad divina o superior del cargo (es decir, que no sea una dictadura), es probable que se encuentre una ambición de demostrar grandeza a través de lo bello y magnífico. Ergo las pirámides egipcias y mayas, catedrales, mezquitas, Taj Majales, etc.

En sentido contrario: qué han hecho las democracias en materia de construcción de monumentos gloriosos? La torre Eiffel. El London Eye. Ehmmmmm...... la Casa Blanca. Ehmm......

Lo mismo aplica a los grandes artistas. Un gobernante no-democrático, con una buena educación puede disponer que los artistas más destacados realicen sus obras sin necesidad de preocuparse de pagar la cuenta de la luz. No me imagino a Miguel Angel o a Rafael postulando a concursos en el Fondart de la época, o llenando formularios para explicar el contenido de su obra.

Enfrentemos la realidad: la democracia no es perfecta, y este es uno de sus defectos. La democracia iguala a la gente, no sólo en derechos y oportunidades (que es justo), sino también en capacidades y condiciones (que no se ajusta a la realidad). Qué le vamos a hacer.

En un mundo como hoy, cuando la democracia comienza a perder vigor, hay que fortalecerla precisamente en las áreas donde es más débil. La belleza y la monumentalidad es también una manifestación de la salud de un país, y un signo de que su pueblo se desarrolla y que aspira a grandes cosas.