Friday, April 20, 2007

Mitología italiana

Luego de algunos meses en Roma, puedo decir que he alcanzado una cierta familiaridad con la forma como se vive en esta ciudad. Por supuesto hay muchas cosas que me quedan por conocer y aprender de este país increíble, pero los brochazos gruesos de la cotidianeidad italiana me parecen más reconocibles a medida de que yo también la empiezo a hacer mía.

Y como siempre ocurre, prejuicios (positivos y negativos) que se podrían haber tenido empiezan a confirmarse o a desmentirse. Italia despierta una serie de estas percepciones a priori. Quiero enumerar a continuación las falsas ideas preconcebidas que en general tienen las personas que no han vivido en Italia:

1. Se come bien, pero no es el paraíso culinario del que todos hablan. Es cierto, descubrir cosas como las alcachofas a la judía, los capelletti al brodo, las pastas al cacio e pepe, etc., son delicias que hay que disfrutar. Sin embargo, la cocina italiana es tan expansiva y los italianos la valoran tanto que no deja espacio para nada más. Yo echo de menos la comida hindú, la buena comida japonesa, para qué decir del pan, que aquí aún no lo hacen bien. Parte de esto puede ser una cosa de gustos, pero es cierto que a menos que se haga un esfuerzo consciente (y se gaste un poco más de plata), la cocina italiana se vuelve monótona rápidamente.

2. La gente no es particularmente bella. O será que el tipo físico masculino italiano es el llamativo? porque las mujeres me parecen normales, bellas en muchos casos pero apenas sobre el promedio en cuanto a la cantidad de lo que se ve en la calle.

3. En más de un caso, esto está lejos de ser primer mundo. Yo vengo de un país del tercer mundo. Por mucho que se hable de nuestro desarrollo económico, los chilenos sabemos de nuestras limitaciones y de lo difícil que es la vida para la mayor parte de nuestros compatriotas. Sin embargo, cosas que he visto aquí, como la atención en los hospitales, los trámites eternos que hay que hacer para todo, los servicios bancarios, son tremendamente deficientes, mucho más que en mi propio y querido país tercermundista.

4. Los automovilistas romanos no son más agresivos que los de cualquier otra ciudad. Al contrario, muy rara vez se toca la bocina, y los autos se abren paso en el tráfico entre una actitud decidida pero también respetuosa. Es cierto que las normas del tránsito son más un marco referencial que una norma respetada en todos los casos, pero en general prima un código de conducta no escrito y que hace que la ciudad se mueva sin bocinazos y con una baja agresividad, aunque lentamente.

5. Roma no es desordenada ni sucia. En la misma lógica de lo anterior, todo el mundo sabe el límite de lo tolerable. Estacionarse en segunda fila? está bien siempre y cuando haya espacio suficiente para que los autos sigan pasando por la calle. Las direcciones funcionan, los horarios de atención son risibles (clásico es el que dice: atendemos lunes, martes y jueves 9am-1pm, miércoles 2pm-4pm, viernes cerrado), pero funcionan. Alguien me dijo hace poco: Italia es como un elefante. Es grande y lento, pero camina. Hasta ahora le encuentro toda la razón.

3 comments:

Anonymous said...

Hola, llegué por casualidad a tu blog (buscando historias de taxi para una serie). Está genial, escribes muy bien, me hace recordar a las columnas de la zona de contacto. Que tengas buena estadía en Italia y espero me dejes ocupar la experiencia que viviste con un taxista para inventar una historia.
atte
Susana

Iulius said...

Hola SusieQ, ningún problema si quieres ocupar la historia. Me alegro que te haya gustado, gracias por los comentarios. Si tú tienes un blog también, dime cuál es la dirección para visitarlo y ponerlo en mis blogs de contacto.

Anonymous said...

Hola chileno en vías de desarrollo...
Soy Eli from SCL y fue muy agradable la lectura breve de tu paso por Roma.
Entender desde tu experiencia una sociedad lejana, o no tanto, pero ajena a lo que necesita tu querido país, y el mío—excepto su gente—me invita a re-pensar en un mejor hábitat with quality of life para todos. Y hablo de mejor vivir, por ejemplo: sin bocinazos, ni histerias de inmediatez. Esos esfuerzos, adoptados por los semejantes Romanos (no olvidar su dato del Imperial) generan un agrado que cualquier habitante agradece.
Si ya nos parecemos en burocracia lenta.. u n poco de silencio nos haría escuchar quienes están robando.
Y tal vez tendríamos las cualidades completas, porque la riqueza ya existe acá, de ser "primeros mundiastas".
Ojalá se entienda. Saludos

Elizabeth
Llegué aquí gu- gugleando mitología italiana